Vicepresidencia, sector privado y sociedad civil alinean estrategias en la lucha contra el hambre

Los delegados conocieron el modelo de operación del banco de alimentos, que nació hace 17 años en la capital, así como la labor de una de sus organizaciones aliadas: la Asociación Comunitaria de Desarrollo Integral, ubicada en el barrio La Lucha de Los Pobres, en el sur de Quito

Quito, Pichincha.- La lucha contra el hambre es una lucha por el desarrollo y por la paz, ha dicho la vicepresidenta de la República, María Alejandra Muñoz, al referirse a la gestión que desarrolla en el Círculo Hambre Cero, con enfoque en la desnutrición crónica infantil. Como parte de este trabajo que suma voluntades de todos los sectores, este jueves, la empresa privada donó 1152 litros de leche al Banco de Alimentos de Quito (Baq).

La donación será distribuida a 12 asociaciones que trabajan con niños y niñas menores de cinco años como parte de su alimentación diaria.

El subsecretario de Relacionamiento y Articulación al Desarrollo Sostenible de la Vicepresidencia, Juan Pablo Guzmán, destacó que: “el Baq es una iniciativa desde la sociedad civil que ha alcanzado una fortaleza institucional por ello, se ha generado una alianza estratégica. Este espacio se constituye en un elemento en el que converge la sociedad civil, el Gobierno Nacional, el sector privado y la academia, solo juntos podremos lograr la erradicación de la desnutrición crónica infantil”, agregó.

El Baq, trabaja para reducir los desperdicios de comida, gestionando la donación de productos que finalizaron el ciclo de comercialización. A través de procesos de sensibilización, tanto en empresas privadas, como en los mercados, obtienen donaciones y recuperan alimentos que permiten atender a familias necesitadas. Lo hacen con la entrega de raciones a 79 asociaciones y fundaciones del país que trabajan con los sectores más vulnerables y que en promedio benefician a 25 mil personas cada mes.

“Para nosotros es importante unir esfuerzos, trabajar en alianzas junto con el sector privado, sector público para generar una voz más fuerte sobre el hambre. Lo que en un lugar se está desperdiciando, en otro lugar mucha gente lo está necesitando. Hasta septiembre de 2020, hemos recolectado 600 toneladas de alimentos que se entregan a personas de bajos recursos, no solo de la ciudad de Quito sino de todo el país”, explicó el director Ejecutivo del Baq, José Luis Guevara.

Actualmente en el Baq trabajan 16 personas y cuentan con el apoyo de voluntarios y estudiantes universitarios que realizan sus prácticas pre profesionales en el lugar. Yessenia Santana es una de ellos. Estudia Ingeniería en Alimentos y su labor en la institución es “rescatar alimentos que están cerca de su fecha de caducidad y extender su tiempo de consumo hasta un mes más. Aportamos con nuestros conocimientos para innovar en productos”, señala. Así han logrado alargar la vida de varios alimentos que tienden a descomponerse más rápido como frutas o vegetales. Han creado, por ejemplo, helado de banano con chocolate, harina de huevo, mermelada con corteza de sandía, pastel de papaya, entre otros.

Por otra parte, dentro del trabajo articulado que impulsa la Vicepresidencia de la República en el eje sostenibilidad, representantes de la institución también mantuvieron un encuentro de trabajo con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) Ecuador y el Baq, a fin de aunar esfuerzos en el objetivo común de erradicar el hambre.

Los delegados conocieron el modelo de operación del banco de alimentos, que nació hace 17 años en la capital, así como la labor de una de sus organizaciones aliadas: la Asociación Comunitaria de Desarrollo Integral, ubicada en el barrio La Lucha de Los Pobres, en el sur de Quito. Aquí, niños y niñas del sector reciben alimentación diaria y apoyo escolar.

En este sentido, el apoyo del PMA, que este año fue galardonado con el nobel de la Paz, es fundamental. Para garantizar esta gestión de alto nivel, el miércoles, en Roma, en el marco del encuentro de la vicepresidenta María Alejandra Muñoz con el director Ejecutivo Adjunto de este organismo, Amir Abdulla y con el director Regional para América Latina y el Caribe, Miguel Barreto, se firmó una carta compromiso enfocada en la desaceleración de los daños ocasionados por el covid y el apoyo a las iniciativas ‘comida con causa’ para concientizar sobre hábitos alimenticios y la implementación de comedores populares.

Según Decreto Ejecutivo 1106, entre sus funciones, la Vicepresidencia está encargada de la coordinación y articulación para la implementación efectiva de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Así, mediante el Círculo Hambre Cero se ha priorizado el Objetivo 2 de lucha contra el hambre y reducción de la desnutrición crónica infantil en seis cantones, cuyos índices superan la media nacional.