DISCURSO DEL SEÑOR VICEPRESIDENTE AL INAUGURAR LA II CUMBRE DE COMUNICACIÓN POLÍTICA
Quito, 14 de abril de 2011
“Al igual que el ajedrez, la comunicación política requiere de una estrategia sobre el damero. El triunfo depende de la habilidad de mover las piezas de mayor o menor jerarquía en el arte persuadir a la opinión pública.
Vale la analogía, si consideramos que la habilidad de comunicar la gestión de un gobernante o de un gobierno requiere del manejo del mensaje en los canales y en el tiempo y espacios indicados.
Esas son las piezas y sin una planificación, el mensaje no se emite, encuentra barreras infranqueables o simplemente no llega a los receptores.
El valor de una buena estrategia se hace evidente con el surgimiento del marketing político, que a su vez ve la luz con el auge de los medios masivos o los mass media.
Recordemos, por ejemplo, la estrategia de Napoleón, al crear una oficina para controlar a la prensa, que además dependía de la Policía.
En la Francia del siglo XIX se redujeron los diarios para informar al público y se formuló una propaganda de estado con dos objetivos: acallar las voces en contra y levantar la moral de los franceses, maximizando las victorias militares.
Pero si se refiere a propaganda de estado, como olvidar al mítico Goebbels, secretario de propaganda de Hitler, cuya planificación permitió la desestabilización del gobierno democrático de la Alemania de entonces, encendiendo en las masas un profuso sentimiento nacionalista, el miedo y la entronización de verdades, a partir de conflictos sociales ficticios.
Si nos remitimos a un ejemplo más cercano, en democracia, podemos recordar la estrategia que llevó al poder a John F. Kennedy, en Estados Unidos. Una visión fundamentada en la observación minuciosa del impacto de cada medio de información, en la delegación y concentración de las decisiones de publicidad, en un electorado bien y cada vez mejor informado, pero más que otra cosa, en generar un impacto en los debates televisados.
Como vemos, la estrategia y la imagen misma de un candidato, un gobernante o de un gobierno, se canalizan a través de los medios de información. Son los medios un vehículo para catapultar un mensaje al público al que nos dirigimos.
Pese a la coyuntura, introducir un tema que nos interese en la agenda de los medios, y no visceversa, es una estratagema esencial de la comunicación política. Sin duda, en esta visión representan un aporte sustancial los medios de información públicos y las agencias estatales.
En países europeos y latinoamericanos los medios públicos, financiados total o parcialmente con fondos estatales, se han convertido en los portavoces de una multiplicidad de mensajes y opiniones
En el caso del ecuador, es recién con el gobierno de la revolución ciudadana que el país se introduce en la era de los medios públicos.
Ecuador tv, Radio Pública, la agencia Andes o el período El Ciudadano, se inspiran en modelos de otros países de Europa o Latinoamérica, con un propósito comunicacional enfocado a varias áreas, pero fundamentalmente a la educación de nuestro pueblo.
Actualmente, poco nos sorprenden las innovaciones tecnológicas aplicadas a los medios de información. el internet se ha convertido en el ápice en el que convergen todas las formas de comunicación inventadas por el hombre: la prensa, la radio y la televisión.
No obstante, estamos en el umbral de otra forma de comunicación: las llamadas redes sociales, que comenzaron como un entretenimiento más que como una forma seria de comunicación, sin embargo, hoy en día se han convertido en canales para todo tipo de mensajes políticos. esto lo pudimos comprobar en las crisis de Egipto o Libia, en donde se constituyeron en instrumentos de convocatoria masiva o también en la campaña del presidente Barack Obama, quien incluso apelará a estas formas de comunicación para anunciar su nueva candidatura.
Los medios públicos y las redes sociales merecen sin duda un capítulo aparte, porque se convierten en un vehículo fundamental para la libertad de expresión, para la libertad de ideas y criterios.
Retomando las definiciones, hay quienes cuestionan el término marketing político, con la consideración de que la política tiene una concepción orientada a lo público, a comunicar las acciones de un gobierno en beneficio de sus ciudadanos. sin embargo, no se puede negar que las empresas políticas actúan en un mercado político en donde intervienen ofertas y demandas políticas, planes de acciones de gobierno. es más, cada empresa política tiene una imagen y una marca institucional: socialistas, liberales, conservadores, socialdemócratas.
Los electores se instalan en la visión de consumidores de bienes políticos, puesto que un candidato o partido “se venderá” cuando su oferta política sea percibida como la mejor, la que llena las aspiraciones de un colectivo.
Hago estas reflexiones porque es notorio, especialmente en América Latina, que la comunicación política enfoca su discurso a dos momentos: antes de las elecciones y después de las mismas. de modo que la imagen del candidato es una y del gobernante es otra.
Acaso debemos a esta dicotomía parte del bajo apoyo popular con que terminan muchos gobernantes. Desde luego no podemos endilgar expresamente al marketing o a la comunicación política esta circunstancia, porque el cabal cumplimiento de los programas de gobierno son la mejor carta de presentación de una gestión.
Como podrán colegir, amigos, considero que la imagen de un gobernante es tan o más importante que la de un candidato. en este sentido, la estrategia que he propuesto es trabajar y comunicar con ética.
Si echamos un vistazo a las teorías de la comunicación, encontraremos la teoría funcionalista que prepondera los canales y concibe a los medios de información en la posición de crear o anular con mensajes bien construidos los valores e ideologías de la gente, o el estructuralismo, que se centra más en el receptor en su contexto y en su código, para concebir a los medios de información como “recordadores y transmisores” de mensajes, la comunicación y la política tienen más que un vínculo indisoluble, una gran responsabilidad ética.
La ética nos obliga a supeditar cualquier campaña mediática o estrategia política al respeto a la libertad de expresión y al derecho ajeno, a la verdad con mesura como un eje primario de nuestras acciones a no justificar los fines con los medios.
Sería injusto reducir la ética a la facultad de construir mensajes con honestidad, alineados a la voluntad de decir la verdad por canales adecuados, puesto que esto nos apartaría de un paso consecuente y más profundo: la conciencia de las limitaciones propias, con el propósito de superarlas.
En la política orientada al bien común, es ético decir que pese a que en el discurso y la planificación procuramos no equivocarnos, reconocemos nuestras limitaciones y no decimos nada que no podamos cumplir o hayamos cumplido, en cualquier tiempo y circunstancia.
Hoy, en que los candidatos y las propuestas compiten en los medios de comunicación, se requiere una mayor creatividad en la labor de la persuasión, me atrevo a proponer hacerlo con ética y de manera asertiva, de modo que se considere de manera fundamental las opiniones de los electores o los ciudadanos.
En la dinámica de la comunicación política la estrategia de considerar en la base de la pirámide las necesidades del público es otra de sus responsabilidades y retos, porque nos permite elaborar mensajes certeros, fundamentados en la realidad.
Si me permiten, quisiera compartir brevemente nuestra experiencia. Desde la Vicepresidencia de la república, hemos aplicado una estrategia de comunicación política al servicio de programas sociales enfocados a las personas con discapacidad, programas como “manuela espejo” o “Joaquín Gallegos Lara” que se han instalado fuertemente en todos los estamentos de la sociedad.
Podemos decir que estos programas de gobierno requieren un discurso muy equilibrado: llegar a nuestros destinatarios sin provocar lástima y a la vez promover una grave reflexión social.
Amigos míos, con estas breves reflexiones, respecto de los cuatro ejes que se tocarán en esta cumbre: la comunicación gubernamental, lo electoral y su campaña, los medios, la opinión pública, las encuestas y las nuevas tecnologías, declaro inaugurada esta segunda cumbre de comunicación política
Bienvenidos todos a este variado país de la mitad del mundo que los acoge con hospitalidad y alegría”.
Señoras, señores