HOSPITALES DE RIOBAMBA Y AMBATO FUERON CERTIFICADOS COMO STROKE READY CENTER PARA LA ATENCIÓN DE PACIENTES CON ACCIDENTES CEREBRO VASCULARES
El Hospital General Docente de Riobamba del Ministerio de Salud Pública y el hospital privado Santa Inés de Ambato obtuvieron la acreditacion Stroke Ready Center parte de la campaña #ActúaConVelocidad, impulsada por la Vicepresidencia de la República junto a la iniciativa Angels, para la prevención de accidentes cerebro vasculares (ACV).
“Agradecemos que se hayan sumado a esta iniciativa, felicitamos al personal médico y administrativo de los hospitales que han trabajado duro para alcanzar la certificación. Nos hemos unido como equipo, bajo el liderazgo del vicepresidente Alfredo Borrero Vega, para trabajar a escala nacional y mejorar la salud en el país”, precisó María José Flores, subsecretaria de la Vicepresidencia.
Para alcanzar la certificación, cerca de 200 profesionales de la salud entre: emergenciólogos, médicos internistas, neurólogos, imagenólogos, neurocirujanos y enfermeras recibieron una amplia capacitación teórica y práctica en la identificación oportuna y el tratamiento del ACV.
“El Hospital Docente cuenta con infraestructura, equipamiento y personal capacitado para atender a los pacientes con ACV que se traduce en una política de estado de eficiencia en la gestión”, dijo Luis Vargas, gerente de la casa de salud que atiende a los ciudadanos que residen en la ciudad de Riobamba y las zonas aledañas.
Con estos dos hospitales suman 15 los que se han certificado como Stroke Ready Center, en la Red Pública Integral y Complementaria de salud a escala nacional. El objetivo de la Vicepresidencia de la República es acreditar a 30, a nivel público y privado con el fin de disminuir la incidencia de muerte y discapacidad derivada de un ACV.
En el Ecuador, en 2019, de acuerdo al reporte del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), los ACV se ubicaron como la tercera causa de muerte en mayores de 65 años, representando el 6.2% del total de decesos en ese año. Asimismo, se estima que 5 de cada 10 personas que sobreviven a esta patología vivirán con discapacidad permanente o crónica y el 70% de quienes sufren un ACV no podrá regresar a trabajar inmediatamente.