Papa Francisco dejó un mensaje de esperanza y solidaridad a Ecuador

Quito (Pichincha).- Tras cuatro días de visita pastoral que incluyó dos misas multitudinarias en Guayaquil y Quito, el Papa Francisco se despidió del pueblo ecuatoriano y continuará su gira sudamericana en la República de Bolivia.

El Mandatario Rafael Correa, el Vicepresidente Jorge Glas, el canciller Ricardo Patiño y varias autoridades de Estado estuvieron presentes en el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, para agradecer al Sumo Pontífice por el mensaje de paz, solidaridad y esperanza que dejó entre las familias ecuatorianas.

Tras participar de un encuentro con el clero, religiosos y seminaristas en la parroquia de El Quinche, el Sumo Pontífice llegó a la sala protocolar del aeropuerto, donde fue recibido por el Primer Mandatario.

Luego se trasladó por la alfombra roja, se despidió del vicepresidente Glas y dio una bendición a los presentes en el lugar (autoridades, integrantes de seguridad, técnicos aeronáuticos, niñas y niños, y prensa nacional e internacional).

La Fundación Orquesta Sinfónica Juvenil del Ecuador, compuesta por niñas, niños y adolescentes de distintos lugares del país, fue la encargada de realizar los honores en la despedida del Papa.

Millones de personas pudieron ver al Pontífice en vivo y en directo, en Quito y Guayaquil, otros siguieron la información de la prensa y las publicaciones en redes sociales. De hecho, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, expresó que el Papa estaba impresionado por la participación popular en el país.

En su discurso más multitudinario, pronunciado en el Parque Bicentenario de la capital, el “Papa del Fin del Mundo” hizo un llamado a “luchar por la inclusión a todos los niveles”, para evitar una búsqueda estéril de poder, prestigio, placer o seguridad económica, a «costilla de los más pobres, de los más excluidos”.

Además señaló que evangelizar es una tarea revolucionaria, “porque nuestra fe siempre es revolucionaria y nuestro más profundo y constante grito”. Quedan los recuerdos de una visita que renovó la fe de los ecuatorianos y que da señales de un futuro promisorio de unidad y hermandad. DO


 

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